Sunday, May 21, 2006

Formatos de archivo, modos de imagen, etcétera


Fotolustración: Arturo Ávila Cano

INFORMACIÓN FUNDAMENTAL PARA EL MANEJO ADECUADO DE LAS IMÁGENES DIGITALES


Alta resolución de imagen: Las imágenes captadas a alta resolución ofrecen la más alta calidad. Su desventaja es que ocupan mucho espacio en el disco duro o en la tarjeta de memoria de nuestra cámara. Estas imágenes pueden contener varios millones de pixeles.

Baja resolución de imagen: Ocupan poco espacio, pero su calidad las hace inadecuadas para impresión y adecuadas sólo para la red.

Bit (digito binario): La unidad más pequeña de datos digitales, capaz de expresar uno o dos estados, como encendido y apagado, blanco y negro.

Byte: (Término binario) 8 bits, expresado como 28 o 256 estados de colores diferentes.

Kylobyte: 1024 bytes

Megabyte: (1024 Kylobytes) aproximadamente un millón de bytes

Gigabyte: 1024 megabytes (mil millones de bytes)

Canal: Parte de una imagen en el ordenador, similar a una capa. Comúnmente una imagen en color tiene un canal para cada primario o color de proceso, y algunas veces uno o más para una máscara u otro efecto.

Canal Alfa: Versión en escala de grises de una imagen que puede usarse en conjunción con los otros tres canales de color, por ejemplo, para crear una máscara.

Capa: Un nivel de archivo de imagen separado del resto. Permite que diferentes elementos puedan manipularse por separado.

CCD: Fotocélula de pequeño tamaño, de sensibilidad extendida a la luz por el hecho de llevar una carga eléctrica antes de ser expuesta. Son el medio de registro en escáneres y cámaras digitales.

Bajo un microscopio el CCD se asemeja a un panal de abejas en el que cada celda actúa como un minireceptor de luz. Las celdas reciben la luz a través del objetivo de la cámara. El grado de captación de luz de estas celdas corresponde al nivel de brillo que alcanza cada píxel (elemento de imagen). Cada celda corresponde a un píxel. Las mejores cámaras incorporan sensores con varios millones de pixeles (megapixeles). Cuantos más pixeles, mayor puede ser el grado de ampliación de la copia.

LCD: Pantalla de cristal líquido; accesorio adicional que tienen las cámaras digitales que permite al usuario estudiar la imagen inmediatamente después de que ésta se capta.

Color indexado: Modo de color digital restringido a 256, pero elegidos para la reproducción más próxima de la imagen y sacar el máximo partido de las plataformas MAC y Windows. Utilizado para garantizar una visualización óptima en la mayoría de monitores.

DPI: Los pixeles de cada imagen pueden ampliarse o reducirse modificando su resolución espacial. Algunas veces se expresa como pixeles por pulgada (PPI)

Modos de imagen


Modo RGB: Rojo, verde y azul. Es el modo estandar para captar y procesar imágenes en color. Cada color separado tiene su propia gama de 256 niveles.

Modo CYMK: Cian. Magenta, amarillo y negro. Modo de imagen utilizado en la reproducción litográfica. La mayoría de libros y revistas están impresos mediante el proceso litográfico y cintas CYMK.

Píxel: Es el componente más pequeño de una imagen digital. Su color viene determinado por una receta de 3 ingredientes: rojo, verde y azul (RGB).

Pixelado: Cuando una copia en papel se hace a partir de una imagen de baja resolución los detalles finos aparecen en forma de bloques o pixeles, debido a que no hay suficientes pixeles para describir formas complejas.

Megapixel: Un millón de pixeles. Medida utilizada para describir la resolución de un CCD en una cámara digital.

Resolución: Término utilizado para describir la calidad de la imagen, determinada por la cantidad de pixeles.

En el caso de las cámaras, la resolución de éstas depende del modelo que utilicemos. Las cámaras de gama superior llegan a más de 4 millones de pixeles. Cualquier cámara que ofrezca más de 2 millones de pixeles es un buen punto de partida.

Sensibilidad ISO: Al igual que la sensibilidad de las películas tradicionales, los sensores utilizados en las cámaras digitales están diseñados para ofrecer un rendimiento máximo a sensibilidades bajas como iso 100 o 200. Las mejores cámaras pueden ajustarse a una gama más amplia de sensibilidades como ISO 400, 800, 1600, pero igual que sucede con las películas rápidas, una sensibilidad elevada produce más grano o “ruido”. Este “defecto” aparece en las imagen como pixeles rojos o verdes.

Tarjeta de memoria: las llamadas tarjetas de memoria son el dispositivo que nos permite almacenar las imágenes digitales. Las tarjetas de memoria ocupa actualmente el lugar que por tanto tiempo ocupó la película fotográfica. Además, mediante ellas podemos visualizar las imágenes a través de la pantalla, e incluso borrarlas.

Formatos de archivo

Las imágenes digitales pueden guardarse en diferentes formatos de archivo, según el uso al que estén destinadas.

JPG/ JPEG: Formato universal para comprimir archivos de imagen. La mayoría de las cámaras digitales guardan en formato JPG para aprovechar con más eficiencia la limitada capacidad de las tarjetas de memoria. Gracias a que utiliza un sistema de compresión, reduce de forma eficiente el formato de los archivos. En contraste con GIF, JPEG guarda toda la información referente a color con millones de colores (RGB) sin obtener archivos excesivamente grandes. Guarda toda la información referente al color.

GIF: Archivo de baja resolución utilizado para guardar gráficos y logotipos para páginas web. Tiene un máximo de 256 colores. Sirve para llevar a cabo animaciones.

Mapa de bits: Todas las imágenes digitales están compuestas de pixeles dispuestos en una matriz en forma de tablero de ajedrez llamada mapa de bits. Cuanto mayor es el número de pixeles, más elevada es la resolución. Esta es la forma normal para una imagen escaneada.

BMP: Formato de archivo para imágenes en mapa de bits utilizado en Windows. Soporta RGB, color indexado y escala de grises. Los archivos son muy grandes dada la escasa compresión que alcanzan

PCX: Formato desarrollado para integrarlo al programa Paintbrush. La utilización de este formato está vinculado con el uso de dicho programa. Fue de los primeros formatos de imagen digital, aunque su difusión no ha sido muy grande. Hoy en día es raro utilizarlo.

PNG: Formato ideal para la distribución de imágenes por Internet, ya que fue desarrollado especialmente para ello. Posee ventajas frente a otros formatos más comunes en este medio (JPEG, GIF). Permite altos niveles de compresión, y puede utilizar millones de colores. Sin embargo, no se pueden crear con este formato ficheros animados.

PSD: Formato de Photoshop. Es el único que admite todas las funciones que este programa contiene. Su uso se centra en la manipulación de imágenes y no tanto para ser empleado en publicaciones digitales. Presenta grandes ventajas para la edición, ya que al guardar con este formato podemos mantener las capas (en estas podemos manipular los diferentes elementos de una imagen por separado) que hayamos utilizado en la edición o transformación de una imagen.

TIFF: Formato de archivo de alta calidad y por ende de alta resolución. Lo utilizan las cámaras digitales para guardar fotografías sin compresión. Además es utilizado cuando una imagen se destina a impresión. Su uso es de los más extendidos en la industria gráfica por la calidad de imagen y de impresión que presenta.

Herramientas de photoshop para seleccionar una imagen o partes de una imagen

Lazo: Esta herramienta es útil cuando se posee un buen pulso o cuando la parte que deseamos seleccionar no es tan complicada.

Varita Mágica: Cuando utilizamos la varita mágica estamos seleccionando partes de la imagen de acuerdo a sus pixeles. Es decir, si nuestra imagen tiene los pixeles del mismo tono es adecuado utilizar la varita para ahorrar tiempo. Por ejemplo, cuando tenemos en una misma imagen dos objetos de distinto tono, podemos dar click sobre uno de ellos y quedará seleccionado gracias a sus pixeles. Imaginemos que tenemos una manzana roja contra un fondo blanco. Si damos click sobre el fondo, este quedará seleccionado y podremos alterar su color o jugar con los filtros, sin afectar a la manzana.

Marco rectnagular o elíptico: Mediante estos podemos seleccionar toda una imagen o partes de la misma, de un modo sencillo. Se utilizan cuando la parte a seleccionar no es tan complicada.

Pluma: Esta es la herramienta más precisa para realizar selecciones. Mediante ella podemos realizar selecciones de objetos curvos y difíciles. Para convertir el "tejido" de la pluma en selección es preciso utilizar la ventana de trazados.




Bibliografía

1) Ordoñez Santiago C. Andrés (10 de mayo de 2005) Formatos de imagen digital Revista Digital Universitaria Volumen 5, Número 7. http://www.revista.unam.mx/

2) Daly Tim Guía Básica de Fotografía Digital Ed. Blume. 1era. Edición, año 2003.

3) Freeman Michael Guía Completa de Fotografía Digital Ed. Blume. 1era. Edición, año 2003.

Saturday, May 20, 2006



Foto de una cámara reflex digital marca Nikon.


Estimados alumnos


Varios de ustedes nos han preguntado tanto a Oscar como a este servidor, por la "mejor cámara digital", con el fin de adquirir un buen equipo que les sirva para utilizarlo tanto en fotografía II como en otras materias.Antes de adquirir una cámara digital deben reflexionar sobre el uso que le van a dar a la misma.

El mercado se divide en equipos básicos, semiprofesionales y profesionales. Aunque también hay quien divide el equipo con el nombre de gama baja, gama media y gama alta.

Todos los equipos cuentan con la famosa pantalla LCD, que es sin duda, el elemento más llamativo de este tipo de cámaras.Entre los equipos básicos se encuentran aquellos que sólo se limitan a disparar en modo automático y el usuario nunca se entera de qué diafragma utilizó la cámara o qué obturador.

Cabe destacar que existen usuarios a los que no les importa nada el uso de estas variables y que se interesan mucho por este tipo de equipo. Son de esos usuarios que no quieren complicarse la vida; sin embargo, aunque fáciles de usar, sus equipos son muy limitados.

Estas cámaras no permiten modo manual o semiautomático, la distancia focal es limitada y en ocasiones el tamaño de la fotografía es pequeño o mediano. Otro defecto de algunas cámaras de gama baja es que sólo poseen una memoria interna limitada y no permiten el uso de tarjetas de memoria para captar más imágenes.

Tengan cuidado por si alguien muy listo desea venderles equipo con estas características.

Si bien algunos equipos de gama baja ya ofrecen muchos megapixeles, seis en ocasiones, lo cual es adecuado para la calidad de la imagen, esto no asegura captar fotos creativas.Si lleváramos a cabo una comparación, diríamos que comprar una cámara de este tipo, como las ultradelgadas o las de focal fija, sería como traer una vieja cámara 110, en la que el usuario sólo disparaba y la cámara se encargaba de todo.

Ahora bien, hay otro tipo de cámaras digitales más avanzadas que te ofrecen elegir ciertas variables, entre las que se encuentra, por ejemplo, el llamado iso o ASA, y sobre el cual debes estar atento pues ésta variable se elige de acuerdo a las condiciones de luz de la escena que vayas a captar.Recuerda que el iso es el índice de sensibilidad, y que en este caso las cámaras digitales actúan de igual forma que las cámaras y rollos tradicionales.

Ello representa una ventaja, porque por muy digital que sea una cámara, esta va a tener problemas para captar una buena foto si la luz es insuficiente.Además, este tipo de cámara te ofrece distintos modos para captar una imagen, entre los que se encuentra el modo automático, manual y semiautomático, con prioridad al diafragma o al obturador. Y también ofrece tres tamaños distintos para captar una imagen.Esas prestaciones son importantes si deseas imágenes de buena calidad. Cabe destacar que este tipo de cámaras ofrecen buenos megapixeles, por lo menos 4, y eso ya es buena calidad.

Para usuarios más exigentes se encuentran cámaras como las coolpix de Nikon o los modelos DSCV de Sony, que te permiten adaptar lentes para tomar fotos de paisaje o lentes de close up; sin embargo, estos equipos tienen un precio que pasa los 7 mil pesos, en ocasiones.Y para aquellos que piensan en ser profesionales de la lente, se encuentran los modelos reflex tanto de Canon como de Nikon. Estos modelos te permiten adaptar casi todo tipo de lentes, tanto tradicionales como digitales, ya sean angulares o telefotos. También te permiten utilizar un flash profesional.

En fin, antes de comprar cualquier equipo compara no sólo el precio, sino las prestaciones que te ofrece. Visita los sitios electrónicos de Sony, Lumix o Nikon para comenzar tus indagaciones.Si tuviéramos que decidir por marcas, sin duda alguna recomendamos lumix, sony, nikon y samsung.

Y a toda costa evitaríamos comprar un equipo tan defectuoso como las cámaras HP.

Para que cheques la calidad de imagen que te ofrece una cámara digital profesional, revisa el reportaje turístico que se publicó en la bitácora del profesor Ávila, y por favor, escribe un comentario.

Gracias

Sunday, May 07, 2006

El arte de la composición

Bodegones fáciles al alcance de todos
Texto y fotos: Fernando Madariaga


El bodegón es uno de los temas fotográficos más exigentes de la fotografía profesional, pues requiere equipo y preparación técnica de alto nivel: sistemas sofisticados de iluminación, cámaras de medio y gran formato, un amplio abanico de accesorios como fondos, elementos de atrezzo.., por no hablar de los conocimientos necesarios para obtener el máximo rendimiento de tanto utillaje. Todo esto acaba por disuadir al aficionado, que raras veces se atreve a adentrarse en este mundo aparentemente reservado a los profesionales.

Sin embargo, conseguir un buen bodegón se encuentra al alcance de cualquiera, vamos a verlo.


Es difícil que los aficionados, incluso con conocimientos se atrevan con los bodegones. Esto se debe principalmente a que en ellos el fotógrafo no se encuentra con nada hecho y debe construir por completo la totalidad de la imagen. En un paisaje, la iluminación o los elementos del mismo no dependen exclusivamente de nosotros, al igual que en el reportaje donde se trabaja con sujetos “fuera de control” bajo una iluminación dada.

En un bodegón, sin embargo, todo lo pone la imaginación de su autor, resulta de su capacidad para producir y crear la escena: primero con la acertada elección de sus objetos, prestando especial atención a sus formas, volúmenes, tamaños, colores y texturas; segundo con un perfecto dominio de la iluminación que cree la atmósfera adecuada y proporcione un toque especial a lo fotografiado, resaltando con fuerza sus características. Tercero, con una composición y encuadre elegantes fruto de una colocación armónica de los elementos y de un fondo acorde con ellos.


Estos tres factores (tema, luz y composición) resultan determinantes a la hora de conseguir una foto de bodegón que merezca la pena, pero no es cierto que debamos partir de planteamientos complejos y elaborados o que hagan falta equipos especializados. Los bodegones sencillos apenas son exigentes en este sentido; vale cualquier cámara analógica o digital equipada con una óptica zoom estándar que permita intervenir al fotógrafo en los controles básicos de exposición, diafragma y enfoque. La iluminación puede ser sólo natural, con lo que eliminamos la necesidad de saber iluminar, aunque algún esquema sencillo también explicaremos con el propósito de ayudar a quienes quieran hacer sus “pinitos” en el estudio.


Los requerimientos, sin embargo, en estos bodegones minimalistas de creatividad y saber hacer son máximos: no vale cualquier tema, iluminación ni fondo o composición, algo común a toda fotografía, pero que en el bodegón resulta todavía más evidente, en el sentido de que en este caso sí que tales factores se deben sólo al fotógrafo.


En otra clase de tomas el azar o la luz ambiente nos pueden echar una mano, en el bodegón los posibles fallos dejan al desnudo sin más nuestras carencias fotográficas. Lo que no es nada malo, muy al contrario, el bodegón es una escuela excelente para aprender y practicar la fotografía porque ayuda a resolver sus aspectos esenciales de forma y contenido, simplemente al plantearlos desde el principio como la única forma de construir la imagen fotográfica, esa mezcla de composición, luz y tema.


Publicado en: Súper Foto, nº 107

El encanto de la sencillez
Texto y fotos: Fernando Madariaga


Otra dificultad añadida en los bodegones referente a su tema se encuentra en la variedad y número de objetos necesarios en la imagen. Los principiantes deben ser conscientes de que cuanto más elementos diferentes haya en la escena, más dificultades se encontraran a la hora de obtener una fotografía armónica. Las diferencias de tamaño, proporción, color, forma y textura crean conflictos entre los objetos de un bodegón, que bien resueltos concluyen en una imagen con riqueza y “contrastes”, y mal empleados en una barroca y confusa.

Por eso la primera regla, sobre todo cuando no se tiene demasiada experiencia, es la simplicidad: un tema sencillo, un fondo neutro y una sola luz junto a una cartulina blanca, plateada o un espejo para suavizar el contraste de la iluminación principal.


Así un buen procedimiento de trabajo que lleva al éxito es empezar con muy pocos medios pero aprovechando al máximo todas las posibilidades: un tema fácil formalmente bello lo aporta muchas veces uno o dos objetos; una fuente de luz única que puede ser una ventana de luz natural o un simple flexo casero cuando sea necesaria una iluminación más especular; y un fondo uniforme o muy sencillo lo proporciona una cartulina, tela, madera envejecida y sin pulir, lonas, piedras o chapas de metal con óxido.


Analizar el bodegónA continuación comienza un proceso de análisis y estudio con la finalidad de conseguir la mejor imagen posible: hay que ver y fotografiar el tema con diferentes colocaciones de sus elementos, de la cámara y de la luz (si no tenemos focos de estudio vale cualquier luz, los resultados no serán espectaculares, pero se aprende mucha iluminación).


Conviene igualmente probar con varios encuadres y objetivos (vertical y horizontal, desde más cerca y lejos) porque se obtienen versiones distintas de un mismo tema con perspectivas asimismo cambiantes. Al final se evalúan los resultados obtenidos y se eligen las imágenes más interesantes, que se sabe cómo están hechas, ya que se habrá ido tomando notas a lo largo de todo el proceso. Indudablemente, la herramienta que facilita y agiliza el trabajo en estos casos es una cámara digital: se dispone de las imágenes instantáneamente en color y en blanco y negro sin los gastos adicionales del laboratorio. Otra ventaja de la simplicidad temática se encuentra en que facilita en gran medida la composición.


Guardar las formas
Texto y fotos: Fernando Madariaga


Los objetos adecuados para un bodegón son aquellos que destacan por su forma; el color y la textura son también importantes aunque como elementos “decorativos”.


La perfección de los objetos suele ser obligatoria en la fotografía profesional de bodegón pero no es absolutamente imprescindible en el caso de planteamientos menos comerciales, nuestro bodegón puede emplear cosas no tan perfectas siempre que éstas respeten la lógica y el sentido de la imagen.


La primera duda que se presenta en la elaboración de los bodegones se encuentra en saber qué clase de objetos son los adecuados para realizar esta clase de fotografías. En principio no debería haber ninguna clase de limitaciones en este aspecto, pero es innegable que con algunos elementos es más sencillo que con otros. Quizá la característica más relevante de un objeto de bodegones sea su forma; el color y la textura son también muy importantes, desde un punto de vista fotográfico esenciales, pero hay que considerarlos como un lujo añadido nunca como algo suficiente por sí solo.

Queremos decir que raras veces funciona un bodegón que se apoye exclusivamente en el color o la textura de sus elementos con independencia de su formas, sin embargo poco importa que la imagen sea monocroma o que los elementos no tengan propiedades superficiales destacables, si su forma, su diseño es atractivo, sugerente y plástico. Pensemos en un edificio, en un coche, en un traje, primero se resuelven los problemas de volumen y espacio, de línea o de corte, sólo una vez que la forma es apropiada se piensa en decorarla con colores y texturas. En este sentido el color y la textura son básicamente decorativas.


En conclusión, los objetos ideales para un bodegón son aquellos con formas bellas, plásticas o sugerentes. Esto no significa que tengan que ser perfectas. Es conocido que los fotógrafos profesionales buscan para sus naturalezas muertas ejemplares de absoluta perfección, los objetos más frescos y vivos, los productos más relucientes y brillantes, ya que se trata de atraer al espectador hacia el objeto con la intención de que éste resulte apetecible. Normalmente la función básica del bodegón de un fotógrafo profesional es la comercial, lo que no es de obligado cumplimiento en nuestros bodegones informales en los que la perfección objetiva no es un dogma inquebrantable.


Ambientación y estilismo

Sin embargo, no se pueden cometer errores elementales de ambientación y estilismo que vayan contra la lógica de la imagen: si se opta por un esquema clásico, comercial, de productos de exposición no puede haber ni uno solo que no cumpla este requisito, de igual forma que si nos centramos en una caja vieja de herramientas usadas difícil justificación tiene incluir una moderna y reluciente.

Estas consideraciones son muy importantes a la hora de elegir los objetos de un bodegón y deben ser tenidas en cuenta siempre que se vayan a comprar o seleccionar, es decir vale todo aquello formalmente atractivo siempre que no se rompa una mínima lógica visual.


En concreto es recomendable para los bodegones sencillos usar flores, frutas, verduras, alimentos y los utensilios relacionados con ellas y ellos, así como cualquier clase de objeto fuertemente “humanizado” o de uso común como herramientas, pinceles, lápices, útiles de escritorio, calzado, ropa..., la lista puede ser tan extensa como la creatividad del autor sea capaz de utilizar.

La composición
Texto y fotos: Fernando Madariaga


Una composición elegante se reconoce rápidamente porque guía la mirada del espectador por la imagen sin crear conflictos entre sus elementos.


Otro factor que debe resolverse en un bodegón se encuentra en la composición. En ésta influye tanto la disposición de los objetos de la escena (de la que el único responsable es el fotógrafo) como el encuadre de la cámara (la selección final del cuadro) y la clase de fondo empleado. Muchos fotógrafos se complican demasiado incluyendo muchos elementos en sus fotos de forma que consiguen una imagen caótica y confusa.

Lo sensato es empezar como hemos sugerido por una o dos cosas y tratar de conseguir una composición atractiva, sólo pueden añadirse más elementos cuando se sabe organizar los objetos y si, además, con ello se mejora la composición. La imagen se va construyendo poco a poco, un buen truco es componer a través del visor, decidiendo previamente si conviene más un cuadro horizontal o vertical y nunca incluir algo nuevo hasta que no se ha resuelto la anterior.


Los fondos simples y lisos siempre funcionan y resaltan más a los objetos cuando son más oscuros o están menos iluminados y tienen colores más apagados que éstos. Para ello se prestan gasas, lonas, cartulinas, piedras y maderas, así como muchos objetos de desván, incluso de chatarrero debidamente dignificados y embellecidos por la huella caprichosa del paso del tiempo. En resumen, un fondo adecuado es el que no se ve y al mismo tiempo aumenta el protagonismo de los objetos del bodegón: si el ojo se va al fondo antes que a nuestra composición evidentemente vamos por mal camino.


Hay una serie de formas de ordenar los elementos de un bodegón que facilitan la tarea de conseguir entre ellos un adecuado reparto de sus pesos visuales. Son por así decirlo los dos recursos compositivos maestros de las artes icónicas: la simetría por repetición geométrica y el equilibrio asimétrico de la regla de los tercios. De tan repetidos casi parece que no necesitan explicación, aunque todavía algunos de nuestros nuevos lectores no conozcan quizá de qué estamos hablando. Vamos a explicarlo de forma que ellos aprendan algo y quienes ya se “lo sepan” encuentren otras aplicaciones.


Recursos compositivosUna composición es armónica cuando entre sus partes se llega a establecer un equilibrio de manera que el espectador interpreta el mensaje visual de forma clara y sin interferencias: desde un punto de vista simbólico la composición establece un código que guía al espectador de la imagen sobre lo que debe ver, la importancia de cada uno de los elementos y el orden de su “lectura”.


La forma más sencilla de ordenar, de equilibrar una imagen es obviamente la simetría, imaginemos que sólo vamos a colocar un punto negro sobre una hoja blanca, la tentación de hacerlo en el justo centro parece casi irresistible.

Pero supongamos ahora que tenemos varios puntos: ¿es sensato colocarlos todos juntos agrupados en el centro o uno a uno en los cuadrantes de intersección de los ejes principales horizontales y verticales?

Parece que no, a no ser que se busque a propósito una composición bastante estática donde todos los elementos tengan un mismo protagonismo, en este caso se impone por tanto una estrategia compositiva que establezca armonía a partir de una disposición asimétrica, hemos encontrado así el sentido de la famosa regla de los tercios: organizar la composición alrededor de un objeto protagonista descentrado y puesto en uno de los puntos de intersección de una imagen dividida vertical y horizontalmente en tercios, la regla de los tercios es la forma canónica de componer las imágenes con varios posibles centros de atención.


Romper las reglasEsta circunstancia lleva a más de uno a una aplicación mecánica de la regla de los tercios y a despreciar por principio las simetrías simples. Pues bien, esto es un error mayúsculo, porque hay ocasiones donde no seguir un esquema simétrico simplemente no tiene sentido: no hay nada más irritante que aprender una regla para aplicarla dogmáticamente, la repetición es un recurso perfectamente válido del arte como demuestran ejemplos más que sobresalientes de la poesía, la música o la pintura.


Formas sofisticadas de componer por repetición simétrica son las sucesiones y las figuras geométricas imaginarias que los objetos de una escena pueden describir dentro del cuadro de la imagen, las más utilizadas, el triángulo y el cuadrado. Resumiendo: hay que huir de los lugares comunes y tratar de componer el bodegón con una amplitud total de miras, con pocos elementos es probable que valga casi cualquier planteamiento y en casos más complejos se haga imprescindible recurrir a simetrías geométricas o a la consabida regla de los tercios, un auténtico salvavidas cuando las diferencias entre los objetos de color, tamaño y textura son además extremas.

Bodegones fáciles al alcance de todos

Las luces

Texto y fotos: Fernando Madariaga

La luz natural de unaventana es la iluminación mágica de quienes no tengan medios, proporciona gratis calidades profesionales sin salir de casa. En el estudio tampoco se deben complicar innecesariamente las cosas. Una buena iluminación puede consistir en dos fuentes difusasa cada lado a 90º y otra cenital de la misma calidad y ligeramente a contraluz.


Hemos llegado al último y para muchos el capítulo más importante de un bodegón, aunque tampoco vamos a ser tan dramáticos y le quitaremos un poco de hierro a un asunto que depende de los medios que se posean.

Por eso empezaremos por la iluminación más barata, tantas veces mejor y al alcance de todos: la que proporciona una ventana de luz natural difusa de la que todos tenemos alguna en nuestra casa. Sólo hay que colocar una mesa cerca de una ventana en una dirección lateral o en suave contraluz (también es posible la dirección frontal teniendo cuidado de no proyectar sombras sobre la escena) y preparar los objetos y el fondo como hemos explicado para conseguir un bodegón con una iluminación perfecta. Los problemas de contraste debidos a la sola fuente lumínica se aminoran con el uso de discos reflectores comerciales o con espejos, cartulinas blancas o plateadas de fabricación casera que cumplan la misma función.


Luz de ventanaLa luz del ventanal admite más modificación de lo que parece a primera vista, se puede recortar con pantallas negras delante de la propia ventana o del objeto o hacerla más difusa colocando telas translúcidas o bien papel cebolla o vegetal delante de la ventana. Si se desea que entre sol directo a través de ella es mejor que sea el de la última hora de la tarde por sus características de color, pero en tal caso debe pensarse en un relleno bien dirigido y bastante fuerte para las sombras.


Con un flash portátil o de zapata también se puede imitar la luz de una ventana con un procedimiento algo primitivo aunque infalible: con una caja de zapatos pintada de blanco por dentro y negro por fuera, se coloca el flash dentro de ella y se sincroniza a la cámara con un cable, por último la caja se cierra con un metacrilato opalino o un papel vegetal.

Esta ventana improvisada proporciona resultados parecidos tanto a las de luz natural como a las que los fotógrafos profesionales emplean en sus estudios por lo que se debe trabajar con ella de idéntica manera.


La direcciónLa dirección de la iluminación también incide de manera determinante sobre la composición y la estética de la imagen. Las iluminaciones frontales proporcionan una perfecta reproducción del color aunque con un modelado pobre y una escasa sensación de volumen; las excesivamente laterales y de calidad especular afectan a la correcta reproducción de los colores, lo que se soluciona con fuentes muy difusas.

Las reinas de los bodegones son por ello las luces laterales difusas, su efecto es bastante similar al de una ventana de luz natural, porque añaden a un buen cromatismo una fuerte sensación tridimensional y de textura, donde las sombras desempeñan un papel importante en la composición. Los contraluces son imprescindibles para separar los elementos del fondo, además de ser la luz de referencia con los cuerpos translúcidos y transparentes.

La dirección cenital difusa es muy popular entre los fotógrafos profesionales de bodegones, dan una adecuada iluminación básica de apariencia bastante natural con sombras poco molestas al quedarse debajo de los objetos, pero que necesita algún tipo de acento o efecto.
¿Cuál sería entonces una iluminación de estudio válida para casi cualquier bodegón? El esquema que recomendamos emplea tres fuentes o dos más un relleno. La principal es lateral difusa a 90º, la de relleno se dispone de manera simétrica a la mitad de potencia, o se sustituye por sólo un reflector. La tercera fuente difusa se coloca con una dirección cenital en ligero contraluz. Muy pocos temas no se van a poder fotografiar con esta iluminación, se trata de objetos especiales que plantean problemas más propios de la fotografía técnica profesional que de la creativa, pero eso sería motivo de otro central.

Publicado en: Super Foto, nº 107

Categorías de luz ambiental y artificial

La luz es esencial a la fotografía, palabra que significa escritura con luz. Sin luz es casi imposible ver o tomar fotografías, y es la luz la que hace a los objetos visibles al ojo y a la cámara. La luz tiene ciertas características, como la intensidad y el contraste.

Al igual que el sonido, la luz es una forma de energía que se emite en forma de ondas que viajan a enorme velocidad a partir de una fuente como el sol, una bombilla o un flash. Como forma de energía afecta a la naturaleza de los materiales a los que alcanza, provocando en ellos ciertos cambios.

Desde el punto de vista fotográfico, lo más importante es que la luz viaja o se desplaza en línea recta. El comportamiento de la luz varía en función de la naturaleza del material sobre el que incida. Los materiales opacos, como la madera o el metal, bloquean la luz y absorven la mayor parte de sus rayos. Los materiales transparentes, como el cristal o el agua, se dejan atravesar. Las superficies con textura la dispersan en todas las direcciones, y la luz que reflejan es difusa.

Ciertas superficies pulidas, de vidrio o metal, reflejan la luz sin dispersarla, y forman imágenes espectaculares. La mayor parte de las superficies reflejan la luz en mayor o menor medida, más las pálidas. Las superficies negras no reflejan nada de luz, y las blancas reflejan toda.

La luz es también la fuente de todos los colores. Está formada por ondas de diferentes longitudes, algunas de las cuales son visibles para el ojo humano, que las percibe en forma de color. El Sol, como la mayoría de las fuentes, emite un espectro continuo de todas estas longitudes, y vemos el resultado como blanco. Pero los objetos que nos rodean absorven unas longitudes de color y reflejan otras. Un tomate maduro, por ejemplo, absorve la mayoría del azul y del verde, y refleja el rojo, por lo que se ve de este color.

La luz también determina la percepción de la forma y el volumen de los objetos. Por ejemplo, un tomate al sol refleja mucha luz desde el lado iluminado; la luz le alcanza bajo diferentes ángulos y es reflejada a otras tantas intensidades; el cerebro reconoce estas gradaciones de luminosidad. Nuestro ojo es capaz de percibir con claridad los objetos gracias a que sólo admite una cantidad limitada de luz, a través de un pequeño agujero conocido como pupila, que el cristalino enfoca a continuación.

Tipos de luz

Para llegar a dominar bien la luz se necesitan años de experiencia. Una forma de iniciarse en este dominio es comprender bien las tres grandes categorías de luces utilizadas en fotografía: natural, ambiental y artificial.

En fotografía, la luz es nuestra materia prima, básica. El sol es la fuente de luz natural y su intensidad varía según la hora del día y las estaciones del año. La luz solar es rica en posibilidades, pero a veces imprevisible e imposible de controlar. La luz natural puede dividirse en cuatro categorías: luz directa, luz difusa, luz reflejada y luz indirecta.

Luz ambiental

La luz ambiental es aquella que hay en el lugar en el que se va a fotografiar, aunque el término suele reservarse para el trabajo en interiores, para diferenciarla de la luz natural. En muchos casos es una mezcla de varias fuentes: ventanas, lámparas domésticas y reflejos. También suele ser desigual, con zonas muy luminosas y otras envueltas en sombras densas. El efecto es muy sugestivo si se sabe captar en la película, pero trabajar con esta clase de luz obliga a medir con mucha atención y exige experiencia para calibrar las posibilidades.

La mayor dificultad suele ser la escasa intensidad de la luz. Incluso con películas rápidas es preciso en ocasiones trabajar con tiempos de exposición muy largos y aberturas grandes. Es preciso sujetar bien la cámara o montarla en un tripoide y enfocar con mucho cuidado para obtener resultados nítidos. La luz de las lámparas y la que entra por las ventanas es muy adecuada para retratos, y en general, para temas que responden bien a la luz lateral suave.


Luz directa: Esta se produce cuando el sol brilla con fuerza y el cielo está completamente despejado. Entonces, la luz incide directamente con el tema. De tal modo, podremos percibir las zonas de brillo y de sombra que produce la luz directa.

En la fotografía de paisaje, la luz directa es capaz de producir volúmenes y matices que pueden ser la diferencia entre una fotografía aburrida y una impactante. Esta luz, por el contrario, es la menos favorable para la foto de retrato, ya que provoca sombras desagradables en la modelo, que pueden arruinar la imagen.

En algunas ocasiones, la luz directa nos proporcionará imágenes de alto contraste. Por ejemplo, con el contraluz se obtiene un contraste elevado. La luz directa, también conocida como luz dura, es excelente para sobrevalorar la textura y las formas, aunque reduce el detalle y puede provocar que las zonas de luces y sombras aparezcan planas.

Luz difusa: Cuando el sol está oculto por niebla, nubes, polvo, humo, contaminación o por otros factores, los rayos se dispersan y en lugar de incidir sobre el tema desde un único punto, el haz luminoso se divide, de manera que procede de varios puntos. En consecuencia, la luz pierde intensidad, dando por resultado que las sombras producidas resulten menos impactantes.

En general, se cree que los días nublados no son propicios para lograr buenas imágenes, siendo que en realidad se trata de condiciones ideales donde el fotógrafo puede trabajar con más seguridad y facilidad, obteniendo sombras más suaves, que favorecen especialmente la toma de retratos.

En fotografía de arquitectura, la luz difusa revela detalles y texturas que con la luz directa se perderían. Otra ventaja es que los colores y los detalles que se ven por el visor quedan fielmente reproducidos en la película, sin extremos que engañen a la cámara.

Luz reflejada: Esta se produce cuando el haz luminoso rebota en una superficie como el agua, arena, un muro pintado en tono claro, algún mueble o prenda de vestir, etc. Los materiales reflectantes de luz proporcionan iluminación adicional a la imagen, logrando que las sombras sean poco perceptibles. Por el contrario, los materiales absorventes de luz (los de color oscuro) hacen que las sombras se marquen más. La luz reflejada es más intensa cuando la fuente de iluminación es directa. Cuando la luz es difusa, los reflejos no son tan intensos.

Cabe destacar que en el caso del color, éste puede variar de acuerdo al tono de la superficie en la que incide la luz. Por ejemplo, si los rayos solares rebotan en un piso amarillo, la persona adoptará un matiz amarillento en la foto.

Entre las superficies reflectantes, el agua es la más conocida y la que produce efectos más espectaculares. Los reflejos pueden incluso deslumbrar por su intensidad. Además, debido al movimiento del agua, el sujeto queda salpicado por los juegos de luz. Sin embargo, debemos tener cuidado cuando se toman fotos en las que interviene el agua como tema, ya que los reflejos de ésta pueden ser más brillantes que el tema en sí, por tanto, hay que elegir si se desean captar los detalles del tema o los reflejos en el agua, ya que no es posible captar ambos a la vez.

Luz indirecta:
Cuando la luz pasa directamente a través de una ventana, tiene el mismo efecto que sin nos encontráramos al aire libre, ya que forma sombras muy oscuras y zonas de luz muy brillantes. Sin embargo, si el día está nublado o los rayos solares no llegan directamente a la ventana mencionada, ésta sólo dejará pasar un cierto número de rayos solares, produciendo una versión suavizada de la luz directa.

Una pared pintada de color claro, una cortina o un mueble igualmente claros, contribuirán también a reflejar la luz, formando sombras secundarias y una iluminación suave, muy propicia para fotos de retrato.

Cabe destacar que la luz natural cambia a lo largo del día y del año. En ciertas estaciones del año, al amanecer, por ejemplo, a las siete de la mañana , la luz es indirecta porque el sol no ha salido totalmente. Los tonos están mezclados y el azul predomina, dando a la escena una apariencia fría. Cuando el sol acaba de salir por completo, como a las ocho o nueve de la mañana, su luz separa los volúmenes y revela los detalles. Esta luz, baja, lateral y dura es muy amarilla y revela gran cantidad de colores.

Al mediodía, el sol está alto, de frente a la cámara y la luz se vuelve casi incolora. La dirección de ésta ha reducido la saturación de colores en el cielo. Los detalles desaparecen casi por completo. Por la tarde, como a las cinco y media o seis, las nubes oscurecen el sol, que está mucho más bajo; es decir, al lado, el contraste aumenta y se da la sensación de un tono casi monocromático. Cuando el sol comienza a ponerse, el color se intensifica y el aspecto del cielo cambia. Las sombras son más intensas. Cuando el sol se ha puesto, el cielo cambia de color, tornándose más azul, aunque todavía se llegan a percibir algunos colores. Las sombras se vuelven más densas.

¿Se puede modificar la luz ambiental?

Es posible modificar la calidad de la luz solar si utilizamos flash de relleno y materiales reflectores, absorventes o difusores. Por ejemplo, si vamos a realizar un retrato y ubicamos a nuestra modelo junto a una ventana, seguramente obtendremos buena iluminación por el lado que da a la ventana, por el lado contrario obtendremos una sobreexposición. En tal caso, podemos utilizar una cartulina blanca, una sábana, una toalla o una camisa, en fin cualquier "reflector de color claro" para dirigir la luz hacia la parte oscura. El propósito es contar con una superficie clara que pueda moverse según nuestra conveniencia para rellenar con luz las zonas oscuras.

Asimismo, cuando la luz entra de lleno a la habitación, produciendo sombras marcadas y altas luces, lo recomendable es difundir la luz, colocando entre la ventana y el modelo, una cortina delgada, un pliego de papel albanene o un mantel.

Sobre el flash de relleno cabe decir que éste recibe tal nombre porque ayuda a rellenar de luz la zonas de sombras, además de añadir luz adicional a la foto. Da buen resultado si el motivo a iluminar no es demasiado grande y se encuentra a poca distancia de la cámara. El flash de relleno puede utilizarse en día grises para resaltar objetos; en fotos de moda, para iluminar el rostro de la modelo cuando se precisan sombreros de ala ancha, y en foto de retrato, con puestas de sol al fondo, en donde vemos sólo la silueta de la figura, debido a la diferencia de luminosidad entre la persona y la puesta de sol, el flash reducirá el contraste.

El primer paso es colocar el flash a una distancia del sujeto para aclarar las sombras en la medida deseada. Para que la luz del flash sea de intensidad igual a la mitad de la solar empiece por medir la exposición de la forma normal y ajustar la abertura en consecuencia. Como quiere que la luz del flash equivalga a la mitad de la solar, en la ecuación del número guía debe ajustar a la abertura inmediata superior a la que realmente se indica.

Luz artificial

Se llama luz artificial a la que se añade intencionadamente a la luz ambiental de una escena. Puede ser tan sencilla como un flash o tan compleja como un banco de focos de estudio. Con un equipo adecuado nada impide recrear cualquier efecto luminoso. Pero, normalmente, lo que el fotógrafo quiere es elevar la luminosidad, de modo que el resultado parezca natural. La atención, por tanto, debe centrarse en el sujeto u objeto a iluminar y cómo impacta en éste la luz.

La luz artificial permite el control absoluto sobre la dirección, calidad e intensidad de la luz. Las fuentes luminosas pueden cambiarse de sitio y difundirse o reflejarse. La intensidad de la luz se elige en base al sujeto, o a la abertura y la velocidad que se hayan escogido. Todo lo estudiado acerca de la calidad y dirección de la iluminación natural se aplica a la artificial Existen dos categorías en la luz artificial:

Luz continua: Se le llama luz continua porque es estable e ininterrumpida, y se genera con aparatos eléctricos. En ocasiones se emplean bombillas incandescentes de filamento de tungsteno de ampolla blanca o translúcida, que emiten luz suave, y de ampolla transparente, casi siempre provistas de un dispositivo de enfoque, para concentrar la luz en puntos reducidos. Las potencias más comunes en las lámparas para modelado o publicidad es de 250 0 500 watios; sin embargo, pueden encontrarse en el mercado hasta de 2000 watios.

Es importante mencionar que las lámparas de tungsteno duran menos tiempos que las corrientes utilizadas en casa. En particular, las llamadas sobrevoltadas o photoflood emiten una luz muy intensa a costa de funcionar a una tensión superior a la idónea para el filamento, y duran sólo unas pocas horas.

Existen fuentes especiales de mayor potencia, pero son más caras. Las bombillas de luz de cuarzo-halógeno son muy pequeñas y cómodas de transportar y proyectan una luz extremadamente intensa. Se utilizan más con cámaras de cine y video.

La principal ventaja de la luz continua es que se ve el efecto que produce: las sombras, su dirección e intensidad, etc. Es fácil ser creativo y subrayar determinados rasgos de una persona u objeto, o crear un ambiente. Para conseguir buenos efectos con la iluminación artificial es necesario aprender a observar a los objetos o sujetos a fotografiar y cómo incide sobre ellos la luz. Por lo tanto, es recomendable llevar a cabo esquemas de luces que nos auxiliarán a comprender cómo actúa la luz en determinadas condiciones.

Por ejemplo, la iluminación lateral provoca sombras, realza la textura y el volumen. Una luz en el fondo, separa al modelo de éste, crea cierto tipo de aura y nos da más volumen. La luz frontal aplana los detalles, desaparece el volumen casi por completo. Por otra parte, si se desea incidir en la luz, es recomendable utilizar reflectores.

A la iluminación frontal con la cámara y las luces altas mirando al sujeto se le llama también iluminación plana, ya que esta forma de iluminar tiende a aplanar el rostro, pues apenas proyecta sombras visibles. Por el contrario, la luz lateral, como ya se dijo, proyecta sombras muy marcadas, realza la textura de la ropa y el cabello y tiende al dividir el rostro en dos mitades. Cuando la luz se coloca por detrás del sujeto se obtiene una especie de halo. Esta iluminación, conocida como contraluz, nos permite reducir a los objetos o sujetos a meras siluetas, aunque su aplicación más común es combinarla con otras luces y utilizar el halo para separar la cabeza del fondo y dar profundidad al retrato.

Por otra parte, la luz inferior dirigida hacia arriba desde un nivel muy bajo, produce un efecto fantasmagórico, con sombras muy poco naturales y exageradas; tiende a comunicar un aire siniestro o malvado al sujeto. La luz montada por encima de la altura de la cabeza y dirigida hacia abajo proyecta sombras parecidas a las que forma el sol a mediodía. Es un ángulo interesante para iluminar el cabello, pero poco favorecedor para el rostro, pues forma sombras muy oscuras bajo las cejas y la barbilla. La llamada iluminación clásica, dirigida hacia abajo con un ángulo de unos 45° desde un lado del sujeto proyecta sombras naturales y crea un agradable efecto tridimensional.

Una fuente única y concentrada forma sombras duras y crea un contraste intenso. Para lograr un acabado más suave hay que difundir la luz reflejándola en una pared, en el techo, en una cartulina blanca o en un paraguas con el interior blanco o plateado.

La técnica de iluminación más común en retrato consiste en utilizar una luz principal para crear las sombras más importantes y otra menos intensa llamada luz de relleno, para suavizar dichas sombras. Cuando se trabaja con dos fuentes la principal suele situarse a un lado y dirigida hacia abajo con un ángulo de 45°. La luz de relleno se coloca más bajo, más alejada del sujeto y al lado de la cámara opuesto al ocupado por la fuente principal. Como es menos intensa que ésta, la luz de relleno no elimina las sombras, sino que sólo las suaviza.

También se emplea mucho un esquema de cuatro luces; es decir, dos más sumadas a las dos anteriores: una luz de fondo, que sirve sólo para aclarar el mismo fondo, y una luz de acento, que se coloca bastante alto y un poco por detrás del sujeto para hacer brillar el pelo.

El Flash

El flash es una fuente que emite un destello luminoso intenso y breve. Casi todos los aparatos de flash son portátiles y muy potentes en relación con su tamaño. El continuo abaratamiento de los flashes electrónicos han terminado por arrinconar los aparatos de bombillas. El flash electrónico presenta muchas ventajas: es portátil y ligero, pequeño y cómodo de llevar. A diferencia de las fuentes continuas, emite una luz muy potente y de muy corta duración, que contribuye a aumentar la nitidez del negativo.

Sin embargo, el uso inteligente del flash exige un poco de experiencia y sensibilidad para adivinar cuál será el efecto de la luz en la imagen final.

Si utilizamos una cámara de 35mm con obturador, no podremos disparar a la velocidad de obturación que se nos ocurra, debido a la actuación de las cortinillas. Si disparamos por arriba de la velocidad de sincronización determinada, obtendremos resultados negativos, ya que el destello del flash sólo impactará a la mitad del negativo, por el contrario, con velocidades de obturación más bajas, obtendremos resultados interesantes.

Se llama sincronización al acto de disparar el flash mientras el obturador de la cámara está abierto por completo. Para garantizar la sincronización correcta se establece una conexión eléctrica entre la cámara y el flash. Esta conexión se hace mediante un cable externo o por medio de una zapata. Sea como sea en el cuerpo de la cámara hay un conmutador electrónico que acciona el flash en el momento oportuno.

Casi todas las cámaras llevan marcadas varias posiciones de sincronización. A lo largo del tiempo se han utilizado distintas modalidades de sincronización que dependen del tipo de flash. La más común es la llamada "X". Por su peculiar forma de funcionamiento, el obturador de plano focal limita las velocidades de obturación que se pueden emplear. Recuerde que el obturador es un mecanismo que consta de dos cortinillas que se abren y cierran para dar paso a la luz. Normalmente, la velocidad máxima de obturación a la que se puede exponer correctamente una película se identifica con un color o símbolo especial en el mando de velocidades. Oscila entre 1/60 y 1/125 según el tipo de obturador. Por supuesto que la sincronización también es buena a velocidades más bajas de la indicada.

Si utiliza un flash manual deberá calcular la abertura basándose en el llamado número guía. Este número es el producto de la distancia entre el flash y el sujeto por la abertura necesaria para obtener una exposición correcta. Para una sensibilidad de película dada, el número guía es una valor constante que depende de la potencia del flash. El manual del instrucciones del flash incorpora casi siempre una tabla de números guías para distintas sensibilidades de película; algunos modelos llevan esta tabla impresa en la parte posterior.

Obviamente, la forma más sencilla de trabajar con el flash es montado siempre en la cámara; sin embargo, los resultados no siempre son los mejores, ya que el flash es una fuente puntual muy concentrada que acentúa mucho el contraste y tiende a proyectar sombras muy densas. No obstante, hay ciertas técnicas que nos permiten obtener mejores resultados al trabajar con flash, por ejemplo, si el sujeto está muy cerca de una pared, es preciso colocar el flash bastante alto y dirigido hacia abajo con un ángulo de 45° para que las sombras se proyecten por debajo de los hombros en lugar de por detrás de la cabeza. Las sombras también serán alargadas y poco favorecedoras si el flash está demasiado bajo.

Otra técnica consiste en el flash rebotado, que difunde la luz dura del flash y la mejora. Una técnica común consiste en rebotarlo en el techo, en la pared o en otra superficie reflectante. Algunos modelos llevan un cabezal rotatorio que nos permite llevar a cabo estas prácticas.

Monday, May 01, 2006

Edición de imágenes periodísticas

La edición de una imagen periodística es mínima. Se trata de reforzar el centro de interés de una imagen para informar o persuardir con más vigor.

En dado caso se utilizan pocas herramientas, como las de recorte; la de tampón de clonar, en caso de que la imagen esté sucia por provenir de un negativo en mal estado; o las de brillo-contraste, equilibro de color, o curvas para mejorar los tonos de la imagen.

Es preciso tener en cuenta que por cuestiones de ética periodística la imagen de prensa no debe ser manipulada o alterada de un modo tal que ésta quede completamente distinta a como se captó en realidad.

Es verdad que algunas revistas o diarios llevan a cabo fotomontajes con tal de persuadir o llamar la atención de un lector desprevenido, pero eso, como bien dice Pepe Baeza no es más que una fotoilustración, y debemos ser conscientes de ello. Algunas publicaciones tratan de pasar dichas imágenes como reales, como "naturales", pero están faltando a la verdad y a los códigos de ética de la prensa.

El que la llamada fotoilustración se más común en las portadas de revistas o en las páginas de diarios no está mal, siempre y cuando la publicación en cuestión indique ante qué tipo de imagen posamos nuestra mirada.

El Fotorreportaje, clasificación

En el Manual de Fotoperiodismo, Ulises Castellanos indica que los autores de la Enciclopedia Focal de la Fotografía ofrecen dos definiciones sobre el fotorreportaje. En la primera se afirma que un reportaje gráfico es una cantidad de fotografías sobre un tema sencillo o narración; en la segunda definición se dice que es el empleo de la fotografía para suplementar o reemplazar relatos de acontecimientos y lugares de interés actual…

“Ludvik Baran afirma que el reportaje gráfico es un género especial caracterizado particularmente por su modo de abordar la realidad, por su contenido y por su forma. Ya añade que informa, anuncia, enfatiza, recuerda, celebra, elogia, acusa, capta los momentos más vergonzosos de la vida, grita, lucha y triunfa… De acuerdo con Baran el reportaje fotográfico es la conciencia del mundo, de la vida, y a veces se transforma en un documento histórico….”.

Ulises Castellanos nos ofrece una clasificación del reportaje gráfico, según Francisco Galvoa.

De actualidad: basado en hechos recientes como manifestaciones, insurrecciones, inundaciones, jornadas de alfabetización, etc.

Asuntos de interés permanente: vistos con un nuevo ángulo. Dependen de alguna motivación. Puede ser un hecho novedoso que haga revivir un asunto, o bien una manera diferente de enfocar algún tema desgastado.

Material inventado: resultan de la imaginación de las personas encargadas de confeccionar pautas informativas o de los propios periodistas gráficos.

A su vez, José Llovera y Máximo Bambrilla proponen la siguiente clasificación de reportajes gráficos:

Geográficos: muestran localidades o paisajes
De costumbres: se examina un rasgo característico de un pueblo o persona
De acción: se presenta gráficamente un suceso o acontecimiento

Por su parte Mariano Cebrían Herreros indica que el reportaje gráfico encierra diversas modalidades y funciones, según el enfoque y tratamiento que cada uno presente. Los más relevantes son:

Reportaje de noticia: motivado por alguna noticia compleja e inmediata. Ofrece una profundización en los antecedentes, circunstancias y consecuencias. Por lo general acompaña el desarrollo de la noticia en la misma página u otra.

Reportaje de denuncia: delata una amenaza, una situación, delito, ocultamiento, etc. Las imágenes encierran un impacto importante que busca llamar la atención de los lectores.

Reportaje de archivo: Utiliza fotos de acontecimientos ocurridos en el pasado, a veces combinadas con otras de actualidad como recuerdo de una situación o como semblanza en el caso de fotorreportajes biográficos o hechos en los momentos de encumbramiento de un personaje o su fallecimiento.

Reportajes espectaculares: se procura resaltar el lado espectacular de un hecho de por si llamativo, como un terremoto, un accidente de gran relieve, gestas del desarrollo técnico, etc.

Reportaje costumbrista: es un tipo de fotorreportaje muy utilizado por los suplementos dominicales de los diarios. Trata sobre hechos que se repiten con periodicidad en torno a determinadas tradiciones de un pueblo, supervivencia de oficios artesanales o aspectos folcklóricos.

Reportaje científico: afronta hechos de interés científico o técnico con atractivo popular, por tener actualidad o por el interés que conllevan.

Reportaje atemporal: se refiere a hechos históricos, momentos, viajes, etcétera. Tratan de llamar la atención por lo llamativo de las fotografías, detalles de la realidad o descubrimientos de aspectos nuevos de realidades suficientemente conocidas.