Thursday, December 13, 2007

Jugando con las herramientas, prácticas para Tercer Parcial Justo Sierra

Hola a todos!!!

Van a tener trabajo para vacaciones, así que ni hablar. En esta entrada les publico la serie de imágenes y efectos que deben tener listas en su bitácora para cuando regresemos de vacaciones. En esta ocasión no habrá prórroga. Es decir, si para el 7 de enero, día en que nos incorporamos de nuevo a las actividades, no están las imágenes en la calidad y cantidad que les solicite, eso afectará gravemente su calificación. Sin más que decir, vamos...

En primer lugar deben tener publicadas las fotos de bodegón, la foto de viaje con su respectivo slide; también debemos tener 10 fotografías con el efecto polaroid. Aparte, deben de crear otras 16 fotografías con los siguientes efectos:

1) Vamos a jugar a recrear el famoso efecto dragan. Dicho tutorial lo pueden encontrar aquí. Les recomiendo evitar el primer paso, el de selección de gama de colores e intentar con todo lo demás para tratar de recrear este efecto. Deben publicar 8 fotografías con el efecto Dragan, y deben verse así:





Asimismo, deben publicar otras 8 fotografías con el efecto de colores apagados y ruido. Para llevar a cabo dicho efecto en primer lugar deben partir de una fotografía a color con buenos tonos. En la ventana de capas le piden crear una capa vía copiar. Dicha capa la pasan a modo multiplicar, la desaturan, de ser necesario hasta dos veces; después le agregan ruido y filtro de película granulada. Posteriormente pasan la capa copiada al fondo; es decir, de nuevo su imagen original a color estará en primer lugar en la ventana de capas. Estando en la capa de su foto original le reducen la opacidad a un 50 por ciento, para que aparezca la imagen copiada. La imagen final debe quedar así:



Fotografía modificada



Fotografía original

Tuesday, November 20, 2007

Bodegón o Naturaleza Muerta











Friday, April 27, 2007
Próxima práctica de fotografía: bodegones

El arte de la composición
Bodegones fáciles al alcance de todos
Texto Fernando Madariaga
Fotos: Arturo Ávila Cano


El bodegón es uno de los temas fotográficos más exigentes de la fotografía profesional, pues requiere equipo y preparación técnica de alto nivel: sistemas sofisticados de iluminación, cámaras de medio y gran formato, un amplio abanico de accesorios como fondos, por no hablar de los conocimientos necesarios para obtener el máximo rendimiento de tanto utillaje. Todo esto acaba por disuadir al aficionado, que raras veces se atreve a adentrarse en este mundo aparentemente reservado a los profesionales.

Sin embargo, conseguir un buen bodegón se encuentra al alcance de cualquiera, vamos a verlo.


Es difícil que los aficionados, incluso con conocimientos se atrevan con los bodegones. Esto se debe principalmente a que en ellos el fotógrafo no se encuentra con nada hecho y debe construir por completo la totalidad de la imagen. En un paisaje, la iluminación o los elementos del mismo no dependen exclusivamente de nosotros, al igual que en el reportaje donde se trabaja con sujetos “fuera de control” bajo una iluminación dada.

En un bodegón, sin embargo, todo lo pone la imaginación de su autor, resulta de su capacidad para producir y crear la escena: primero con la acertada elección de sus objetos, prestando especial atención a sus formas, volúmenes, tamaños, colores y texturas; segundo con un perfecto dominio de la iluminación que cree la atmósfera adecuada y proporcione un toque especial a lo fotografiado, resaltando con fuerza sus características. Tercero, con una composición y encuadre elegantes fruto de una colocación armónica de los elementos y de un fondo acorde con ellos.


Estos tres factores (tema, luz y composición) resultan determinantes a la hora de conseguir una foto de bodegón que merezca la pena, pero no es cierto que debamos partir de planteamientos complejos y elaborados o que hagan falta equipos especializados. Los bodegones sencillos apenas son exigentes en este sentido; vale cualquier cámara analógica o digital equipada con una óptica zoom estándar que permita intervenir al fotógrafo en los controles básicos de exposición, diafragma y enfoque. La iluminación puede ser sólo natural, con lo que eliminamos la necesidad de saber iluminar, aunque algún esquema sencillo también explicaremos con el propósito de ayudar a quienes quieran hacer sus “pinitos” en el estudio.

Los requerimientos, sin embargo, en estos bodegones minimalistas de creatividad y saber hacer son máximos: no vale cualquier tema, iluminación ni fondo o composición, algo común a toda fotografía, pero que en el bodegón resulta todavía más evidente, en el sentido de que en este caso sí que tales factores se deben sólo al fotógrafo.

En otra clase de tomas el azar o la luz ambiente nos pueden echar una mano, en el bodegón los posibles fallos dejan al desnudo sin más nuestras carencias fotográficas. Lo que no es nada malo, muy al contrario, el bodegón es una escuela excelente para aprender y practicar la fotografía porque ayuda a resolver sus aspectos esenciales de forma y contenido, simplemente al plantearlos desde el principio como la única forma de construir la imagen fotográfica, esa mezcla de composición, luz y tema.


El encanto de la sencillez


Otra dificultad añadida en los bodegones referente a su tema se encuentra en la variedad y número de objetos necesarios en la imagen. Los principiantes deben ser conscientes de que cuanto más elementos diferentes haya en la escena, más dificultades se encontraran a la hora de obtener una fotografía armónica. Las diferencias de tamaño, proporción, color, forma y textura crean conflictos entre los objetos de un bodegón, que bien resueltos concluyen en una imagen con riqueza y “contrastes”, y mal empleados en una barroca y confusa.

Por eso la primera regla, sobre todo cuando no se tiene demasiada experiencia, es la simplicidad: un tema sencillo, un fondo neutro y una sola luz junto a una cartulina blanca, plateada o un espejo para suavizar el contraste de la iluminación principal.

Así un buen procedimiento de trabajo que lleva al éxito es empezar con muy pocos medios pero aprovechando al máximo todas las posibilidades: un tema fácil formalmente bello lo aporta muchas veces uno o dos objetos; una fuente de luz única que puede ser una ventana de luz natural o un simple flexo casero cuando sea necesaria una iluminación más especular; y un fondo uniforme o muy sencillo lo proporciona una cartulina, tela, madera envejecida y sin pulir, lonas, piedras o chapas de metal con óxido.


Analizar el bodegón

A continuación comienza un proceso de análisis y estudio con la finalidad de conseguir la mejor imagen posible: hay que ver y fotografiar el tema con diferentes colocaciones de sus elementos, de la cámara y de la luz (si no tenemos focos de estudio vale cualquier luz, los resultados no serán espectaculares, pero se aprende mucha iluminación).


Conviene igualmente probar con varios encuadres y objetivos (vertical y horizontal, desde más cerca y lejos) porque se obtienen versiones distintas de un mismo tema con perspectivas asimismo cambiantes. Al final se evalúan los resultados obtenidos y se eligen las imágenes más interesantes, que se sabe cómo están hechas, ya que se habrá ido tomando notas a lo largo de todo el proceso. Indudablemente, la herramienta que facilita y agiliza el trabajo en estos casos es una cámara digital: se dispone de las imágenes instantáneamente en color y en blanco y negro sin los gastos adicionales del laboratorio. Otra ventaja de la simplicidad temática se encuentra en que facilita en gran medida la composición.


Guardar las formas


Los objetos adecuados para un bodegón son aquellos que destacan por su forma; el color y la textura son también importantes aunque como elementos “decorativos”.

La perfección de los objetos suele ser obligatoria en la fotografía profesional de bodegón pero no es absolutamente imprescindible en el caso de planteamientos menos comerciales, nuestro bodegón puede emplear cosas no tan perfectas siempre que éstas respeten la lógica y el sentido de la imagen.


La primera duda que se presenta en la elaboración de los bodegones se encuentra en saber qué clase de objetos son los adecuados para realizar esta clase de fotografías. En principio no debería haber ninguna clase de limitaciones en este aspecto, pero es innegable que con algunos elementos es más sencillo que con otros. Quizá la característica más relevante de un objeto de bodegones sea su forma; el color y la textura son también muy importantes, desde un punto de vista fotográfico esenciales, pero hay que considerarlos como un lujo añadido nunca como algo suficiente por sí solo.

Queremos decir que raras veces funciona un bodegón que se apoye exclusivamente en el color o la textura de sus elementos con independencia de su formas, sin embargo poco importa que la imagen sea monocroma o que los elementos no tengan propiedades superficiales destacables, si su forma, su diseño es atractivo, sugerente y plástico. Pensemos en un edificio, en un coche, en un traje, primero se resuelven los problemas de volumen y espacio, de línea o de corte, sólo una vez que la forma es apropiada se piensa en decorarla con colores y texturas. En este sentido el color y la textura son básicamente decorativas.


En conclusión, los objetos ideales para un bodegón son aquellos con formas bellas, plásticas o sugerentes. Esto no significa que tengan que ser perfectas. Es conocido que los fotógrafos profesionales buscan para sus naturalezas muertas ejemplares de absoluta perfección, los objetos más frescos y vivos, los productos más relucientes y brillantes, ya que se trata de atraer al espectador hacia el objeto con la intención de que éste resulte apetecible. Normalmente la función básica del bodegón de un fotógrafo profesional es la comercial, lo que no es de obligado cumplimiento en nuestros bodegones informales en los que la perfección objetiva no es un dogma inquebrantable.


Ambientación y estilismo


Sin embargo, no se pueden cometer errores elementales de ambientación y estilismo que vayan contra la lógica de la imagen: si se opta por un esquema clásico, comercial, de productos de exposición no puede haber ni uno solo que no cumpla este requisito, de igual forma que si nos centramos en una caja vieja de herramientas usadas difícil justificación tiene incluir una moderna y reluciente.

Estas consideraciones son muy importantes a la hora de elegir los objetos de un bodegón y deben ser tenidas en cuenta siempre que se vayan a comprar o seleccionar, es decir vale todo aquello formalmente atractivo siempre que no se rompa una mínima lógica visual.


En concreto es recomendable para los bodegones sencillos usar flores, frutas, verduras, alimentos y los utensilios relacionados con ellas y ellos, así como cualquier clase de objeto fuertemente “humanizado” o de uso común como herramientas, pinceles, lápices, útiles de escritorio, calzado, ropa..., la lista puede ser tan extensa como la creatividad del autor sea capaz de utilizar.


La composición


Una composición elegante se reconoce rápidamente porque guía la mirada del espectador por la imagen sin crear conflictos entre sus elementos.


Otro factor que debe resolverse en un bodegón se encuentra en la composición. En ésta influye tanto la disposición de los objetos de la escena (de la que el único responsable es el fotógrafo) como el encuadre de la cámara (la selección final del cuadro) y la clase de fondo empleado. Muchos fotógrafos se complican demasiado incluyendo muchos elementos en sus fotos de forma que consiguen una imagen caótica y confusa.

Lo sensato es empezar como hemos sugerido por una o dos cosas y tratar de conseguir una composición atractiva, sólo pueden añadirse más elementos cuando se sabe organizar los objetos y si, además, con ello se mejora la composición. La imagen se va construyendo poco a poco, un buen truco es componer a través del visor, decidiendo previamente si conviene más un cuadro horizontal o vertical y nunca incluir algo nuevo hasta que no se ha resuelto la anterior.


Los fondos simples y lisos siempre funcionan y resaltan más a los objetos cuando son más oscuros o están menos iluminados y tienen colores más apagados que éstos. Para ello se prestan gasas, lonas, cartulinas, piedras y maderas, así como muchos objetos de desván, incluso de chatarrero debidamente dignificados y embellecidos por la huella caprichosa del paso del tiempo. En resumen, un fondo adecuado es el que no se ve y al mismo tiempo aumenta el protagonismo de los objetos del bodegón: si el ojo se va al fondo antes que a nuestra composición evidentemente vamos por mal camino.


Hay una serie de formas de ordenar los elementos de un bodegón que facilitan la tarea de conseguir entre ellos un adecuado reparto de sus pesos visuales. Son por así decirlo los dos recursos compositivos maestros de las artes icónicas: la simetría por repetición geométrica y el equilibrio asimétrico de la regla de los tercios. De tan repetidos casi parece que no necesitan explicación, aunque todavía algunos de nuestros nuevos lectores no conozcan quizá de qué estamos hablando. Vamos a explicarlo de forma que ellos aprendan algo y quienes ya se “lo sepan” encuentren otras aplicaciones.

Recursos compositivosUna composición es armónica cuando entre sus partes se llega a establecer un equilibrio de manera que el espectador interpreta el mensaje visual de forma clara y sin interferencias: desde un punto de vista simbólico la composición establece un código que guía al espectador de la imagen sobre lo que debe ver, la importancia de cada uno de los elementos y el orden de su “lectura”.

La forma más sencilla de ordenar, de equilibrar una imagen es obviamente la simetría, imaginemos que sólo vamos a colocar un punto negro sobre una hoja blanca, la tentación de hacerlo en el justo centro parece casi irresistible.

Pero supongamos ahora que tenemos varios puntos: ¿es sensato colocarlos todos juntos agrupados en el centro o uno a uno en los cuadrantes de intersección de los ejes principales horizontales y verticales?

Parece que no, a no ser que se busque a propósito una composición bastante estática donde todos los elementos tengan un mismo protagonismo, en este caso se impone por tanto una estrategia compositiva que establezca armonía a partir de una disposición asimétrica, hemos encontrado así el sentido de la famosa regla de los tercios: organizar la composición alrededor de un objeto protagonista descentrado y puesto en uno de los puntos de intersección de una imagen dividida vertical y horizontalmente en tercios, la regla de los tercios es la forma canónica de componer las imágenes con varios posibles centros de atención.


Romper las reglasEsta circunstancia lleva a más de uno a una aplicación mecánica de la regla de los tercios y a despreciar por principio las simetrías simples. Pues bien, esto es un error mayúsculo, porque hay ocasiones donde no seguir un esquema simétrico simplemente no tiene sentido: no hay nada más irritante que aprender una regla para aplicarla dogmáticamente, la repetición es un recurso perfectamente válido del arte como demuestran ejemplos más que sobresalientes de la poesía, la música o la pintura.


Formas sofisticadas de componer por repetición simétrica son las sucesiones y las figuras geométricas imaginarias que los objetos de una escena pueden describir dentro del cuadro de la imagen, las más utilizadas, el triángulo y el cuadrado. Resumiendo: hay que huir de los lugares comunes y tratar de componer el bodegón con una amplitud total de miras, con pocos elementos es probable que valga casi cualquier planteamiento y en casos más complejos se haga imprescindible recurrir a simetrías geométricas o a la consabida regla de los tercios, un auténtico salvavidas cuando las diferencias entre los objetos de color, tamaño y textura son además extremas.



Las luces


La luz natural de unaventana es la iluminación mágica de quienes no tengan medios, proporciona gratis calidades profesionales sin salir de casa. En el estudio tampoco se deben complicar innecesariamente las cosas. Una buena iluminación puede consistir en dos fuentes difusasa cada lado a 90º y otra cenital de la misma calidad y ligeramente a contraluz.


Hemos llegado al último y para muchos el capítulo más importante de un bodegón, aunque tampoco vamos a ser tan dramáticos y le quitaremos un poco de hierro a un asunto que depende de los medios que se posean.

Por eso empezaremos por la iluminación más barata, tantas veces mejor y al alcance de todos: la que proporciona una ventana de luz natural difusa de la que todos tenemos alguna en nuestra casa. Sólo hay que colocar una mesa cerca de una ventana en una dirección lateral o en suave contraluz (también es posible la dirección frontal teniendo cuidado de no proyectar sombras sobre la escena) y preparar los objetos y el fondo como hemos explicado para conseguir un bodegón con una iluminación perfecta. Los problemas de contraste debidos a la sola fuente lumínica se aminoran con el uso de discos reflectores comerciales o con espejos, cartulinas blancas o plateadas de fabricación casera que cumplan la misma función.


Luz de ventanaLa luz del ventanal admite más modificación de lo que parece a primera vista, se puede recortar con pantallas negras delante de la propia ventana o del objeto o hacerla más difusa colocando telas translúcidas o bien papel cebolla o vegetal delante de la ventana. Si se desea que entre sol directo a través de ella es mejor que sea el de la última hora de la tarde por sus características de color, pero en tal caso debe pensarse en un relleno bien dirigido y bastante fuerte para las sombras.


Con un flash portátil o de zapata también se puede imitar la luz de una ventana con un procedimiento algo primitivo aunque infalible: con una caja de zapatos pintada de blanco por dentro y negro por fuera, se coloca el flash dentro de ella y se sincroniza a la cámara con un cable, por último la caja se cierra con un metacrilato opalino o un papel vegetal.

Esta ventana improvisada proporciona resultados parecidos tanto a las de luz natural como a las que los fotógrafos profesionales emplean en sus estudios por lo que se debe trabajar con ella de idéntica manera.


La direcciónLa dirección de la iluminación también incide de manera determinante sobre la composición y la estética de la imagen. Las iluminaciones frontales proporcionan una perfecta reproducción del color aunque con un modelado pobre y una escasa sensación de volumen; las excesivamente laterales y de calidad especular afectan a la correcta reproducción de los colores, lo que se soluciona con fuentes muy difusas.

Las reinas de los bodegones son por ello las luces laterales difusas, su efecto es bastante similar al de una ventana de luz natural, porque añaden a un buen cromatismo una fuerte sensación tridimensional y de textura, donde las sombras desempeñan un papel importante en la composición. Los contraluces son imprescindibles para separar los elementos del fondo, además de ser la luz de referencia con los cuerpos translúcidos y transparentes.

La dirección cenital difusa es muy popular entre los fotógrafos profesionales de bodegones, dan una adecuada iluminación básica de apariencia bastante natural con sombras poco molestas al quedarse debajo de los objetos, pero que necesita algún tipo de acento o efecto.
¿Cuál sería entonces una iluminación de estudio válida para casi cualquier bodegón? El esquema que recomendamos emplea tres fuentes o dos más un relleno. La principal es lateral difusa a 90º, la de relleno se dispone de manera simétrica a la mitad de potencia, o se sustituye por sólo un reflector. La tercera fuente difusa se coloca con una dirección cenital en ligero contraluz. Muy pocos temas no se van a poder fotografiar con esta iluminación, se trata de objetos especiales que plantean problemas más propios de la fotografía técnica profesional que de la creativa, pero eso sería motivo de otro central.

Publicado en: Super Foto, nº 107

Tuesday, November 06, 2007

Edición de imágenes periodísticas, edición de la fotografía de viaje con efecto artístico



Foto captada con película de diapositiva, y modificada con efecto de dos capas y desaturación.



Foto original captada con pelìcula de diapositiva y modificada con efecto vintage.


Fotografía de viajes y naturaleza

Filtros y herramientas utilizadas en la edición de fotos

En el caso de la edición tradicional de imágenes periodísticas,sólo utilizamos el filtro enfocar-enfocar y mejoramos la imagen en cuanto a brillo-contraste-saturación,niveles. Cuando utlizamos la herramienta de equilibrio de color es porque la imagen viene alterada en uno de los tonos, ya sea el el azul, el magenta o el verde, y con dicha herramienta podemos disminuir ese tono molesto que altera la saturación en la imagen.

En el caso del efecto vintage o foto antigua, que se utiliza para conseguir cierto efecto artístico o de ilustración, usamos el filtro textura-granulado vertical y también el filtro de Ruido. Antes desaturamos la imagen, la pasamos a sepia mediante el equilibrio de color, y aplicamos los efectos de filtro ya mencionados.

Sobre las fotografías que tienen información a color y escala de grises utilizamos, en primer lugar, lo siguiente: duplicamos la capa, desaturamos la nueva capa, sobre la cual pasamos el borrador para que poco a poco vaya apareciendo el tono original a color de la capa de abajo, que dicho sea de paso, es nuestra capa o foto original, sobre la cual no hacemos nada, más que mejorar su brillo o contraste para obtener un mejor efecto.

Tuesday, October 23, 2007

Chequen mi Slide Show

Fotografía de Viaje. Vistas de Oaxaca.



















Thursday, June 21, 2007

TUTORIAL EFECTO DRAGAN



Foto original y fotoilustración con efecto dragan.


-Usen un original a color
-Vayan al menú principal y en la opción de selección, usen la selección de gama de colores sobre el fondo de su imagen. La fotografía debe verse en pantalla tal cual luce la imagen que está aqui.




-Ahora que parte de la imagen está seleccionada vayan al menú ajuste-brillo-contraste y ajusten de la siguiente manera: disminuyan el brillo e incrementen el contraste (Brilo -38 y contraste +47)



-Usen el menú tono-saturación para darle un tono mortecino (incrementen el tono y disminuyan la saturación hasta que perciban que el tono de su imagen es frío)




-Usen el menú imagen-ajuste-niveles y ubiquen los ajustes de los niveles a la derecha, de tal modo que ustedes mismos vean los cambios que está sufriendo su fotografía. De hecho se recomienda que traten de que los tres ajustes de niveles estén casi a la misma altura; notarán que en esta imagen los tres niveles están casi al centro, casi en la misma posición. Verán que su imagen tiende a oscurecerse.



-Si notan que su imagen tiene un tono predominante, que bien puede ser un verde o un magenta, como en este caso, usen la herramienta de equilibrio de color, misma que se ubica en imagen-ajuste-equilibrio de color; usen las opciones para darle un tono más real a la imagen. Es decir, si noto que mi imagen tiene un predominante rojo, trataré de equilibrar mi tono al cian. Si noto que mi foto está en un tono magenta, uso la herramienta hacia el verde... y así puedo buscar el equilibrio en los tonos.




-Ahora, con el pincel vayan oscureciendo ciertas áreas de la imagen. Se recomienda actuar sobre los pliegues de la piel o el rostro. Busquen las opciones de la herramienta pincel que están justo debajo del menú principal. Usen la opción del pincel en superponer y ajusten la opacidad a un 17 por ciento.




De esta manera podrán obtener imágenes con el famoso efecto Dragan.

Suerte!!!!

El efecto polaroid



Foto con sombra y movimiento de distorsión

Hola a todos!!!

En esta ocasión les publico los pasos para realizar el efecto polaroid en sus imágenes. No sólo se trata de aumentar el lienzo en una foto, como lo han venido haciendo ustedes a lo largo del curso. Se trata también de crearle una sombra a nuestra imagen y darle cierta sensación de movimiento.

1) Abrir la imagen

2) Seleccionarla toda. En el menú principal ir a selección y allí elijan la opción todo.

3) Ir al menú superior, y en la opción capas pedir nueva capa via cortar. En la ventana capas deben visualizar tanto la nueva capa creada, que de hecho es el fondo de todo, como la fotografía con la que decidieron trabajar.

4) Estando en su capa, vayan al Menú superior, opción tamaño de lienzo e incrementen el tamaño de la imagen (dos centímetros en la anchura y cuatro en la altura).

5) Creen una nueva capa a partir de la capa donde está su fotografía. Opriman la tecla control y el folder de la ventana de capas al mismo tiempo para que la nueva capa esté exáctamente en medio.
Es decir, entre su foto original y el fondo. (el folder para crear la nueva capa se encuentra entre los íconos de la ventana capas, en el borde inferior, y lo reconocerán porque es como una hoja que tiene un pliegue en una esquina)

6)Ir a la máscara frontal (los recuadros blanco y negro que están en la barra de herramientas)y elijan un tono gris.

7) Con ese tono vamos a rellenar la capa recién creada. Opriman al mismo tiempo las teclas alt y back space (en Mac serían manzanita y delete).


8) Debemos unir nuestra fotografía con esa capa que acabamos de rellenar. Activamos la capa de nuestra foto y -al mismo tiempo, oprimimos la tecla control y la tecla E-.
Veremos que ahora sólo tenemos dos capas, nuestra foto, y nuestro fondo.

9) Ahora debemos copiar la capa donde está nuestra foto con el fondo relleno de gris. Arrastramos la capa al folder de nueva capa (el folder con la esquina doblada) y así obtendremos la nueva capa copiar.

10)Dicha capa será la sombra de nuestra fotografía, así que si oprimimos la tecla d veremos que el color de la máscara frontal cambia a negro. Con las teclas shift, alt y back space al mismo tiempo, rellenamos la copia de nuestra foto con el color negro.

11) Ahora arrastramos en medio de todas las capas, la capa que recién acabamos de rellenar de negro. Como ésta es la sombra de nuestra foto reduciremos su opacidad a un 45 o 55 por ciento y le aplicaremos la transformación libre para rotarla y hacerla más pequeña. Para trabajar correctamente, podemos desvisualizar tanto la capa del fondo como la que contiene nuestra foto.

12) También le aplicaremos el filtro distorsión proyectar para otorgarle una sensación de movimiento. Este filtro se debe aplicar de manera delicada (usen tanto la parte superior como inferior de la línea y verán como la imagen se mueve un poco) ya que con él, podemos modificar gravemente nuestra imagen.

13) Posteriormente, activamos la capa donde está nuestra fotografía y le aplicamos la transformación libre y el filtro de distorsión.

14) Al final basta con que acoplemos nuestras capas. Ir al menú capas y veremos que en el fondo de las opciones se encuentra la posibilidad de acoplar la imagen o combinar visibles.

15) Es decir, al final debo tener sólo una capa, para que pueda subirla a blogger. Recuerden guardar la foto a 72 dpi y a no más de 900 kb de peso.

Suerte!!!!

Wednesday, June 13, 2007

Práctica de Fotografía Nocturna




En esta entrada les publico unos ejemplos y asimismo les hago unas recomendaciones para captar con éxito la práctica de fotografía nocturna. En caso de que decidan desarrollar esta práctica con la cámara traidicional y película a color ISO 100 o 200, van las siguientes recomendaciones. Como recordarán, en clase les comenté que deben trabajar con la opción B (Bulbo) del obturador. Mientras usen esta variable las cortinillas del obturador permanecerán abiertas, así que todo lo que esté en movimiento y pase frente a la cámara se registrará de alguna manera. Por ejemplo, las personas u objetos que estén en movimiento, saldrán barridos; es por eso que en este tipo de foto se nota el barrido de las luces de los autos o los camiones. Para comenzar se recomienda dejar abierto el bulbo, al menos por 40 segundos. Este tiempo puede variar de acuerdo al escenario que estemos fotografiando y al número de diafragama que usemos en dicho momento.

El otro dispositivo a utilizar es el diafragma. Para lograr un buen efecto, el diafragma debe permanecer completamente cerrado, es decir, un 32 un 22 o un 16, según sea el caso. Si ustedes dedicen abrir el diafragma deben tener en cuenta que el tiempo en el que el bulbo permanece trabajando, disminuirá notablemente.

Para esta práctica se debe utilizar un tripie y un cable disparador, o un control remoto, según el modelo de cámara con el que trabajen.

En dado caso de que ustedes decidan usar la cámara digital deben tener en cuenta lo siguiente: no todas las digitales nos ofrecen la posibilidad de captar imágenes de modo creativo. Algunos equipos son tan sencillos que no cuentan con distintos modos para captar fotos. En este caso debemos inhabilitar el flash. No flash para esta práctica. Usar modo crepúsculo o nocturno y tratar de captar la foto mientras las cosas que estén en movimiento pasen frente a mi cámara. Los equipos digitales son tan ligeros que en muchas ocasiones no requieren del uso de un tripie, pero es necesario saber si tenemos buen pulso, de otra manera todo nos saldrá movido.

Otra recomendación para el equipo digital sería el ajustar el ISO de la cámara para utiizar un ISO 100 o uno 200.

La práctica no es fácil. Uno tarda algunos minutos en acomodar el tripie para elegir el mejor ángulo, el mejor encuadre y la altura indicada para captar la mejor imagen. Después de eso, deben estar atentos al tiempo en que dejan abiertas las cortinillas del obturador mediante el uso del Bulbo. Pueden comenzar con 40 o 45 segundos e incrementar poco a poco el tiempo de exposición (10 o 15 segundos más en cada toma) hasta llegar a un minuto y medio.

Utilicen película normal a color, ASA 100 o 200.

Cualquier duda estoy a sus órdenes en el blog principal, es decir, en photographia méxico, al cual pueden acceder desde aqui.

Friday, April 27, 2007

Sobre los bodegones o naturalezas muertas.

El arte de la composición
Bodegones fáciles al alcance de todos
Texto Fernando Madariaga

Fotos: Arturo Ávila Cano



El bodegón es uno de los temas fotográficos más exigentes de la fotografía profesional, pues requiere equipo y preparación técnica de alto nivel: sistemas sofisticados de iluminación, cámaras de medio y gran formato, un amplio abanico de accesorios como fondos, elementos de atrezzo.., por no hablar de los conocimientos necesarios para obtener el máximo rendimiento de tanto utillaje. Todo esto acaba por disuadir al aficionado, que raras veces se atreve a adentrarse en este mundo aparentemente reservado a los profesionales.

Sin embargo, conseguir un buen bodegón se encuentra al alcance de cualquiera, vamos a verlo.


Es difícil que los aficionados, incluso con conocimientos se atrevan con los bodegones. Esto se debe principalmente a que en ellos el fotógrafo no se encuentra con nada hecho y debe construir por completo la totalidad de la imagen. En un paisaje, la iluminación o los elementos del mismo no dependen exclusivamente de nosotros, al igual que en el reportaje donde se trabaja con sujetos “fuera de control” bajo una iluminación dada.

En un bodegón, sin embargo, todo lo pone la imaginación de su autor, resulta de su capacidad para producir y crear la escena: primero con la acertada elección de sus objetos, prestando especial atención a sus formas, volúmenes, tamaños, colores y texturas; segundo con un perfecto dominio de la iluminación que cree la atmósfera adecuada y proporcione un toque especial a lo fotografiado, resaltando con fuerza sus características. Tercero, con una composición y encuadre elegantes fruto de una colocación armónica de los elementos y de un fondo acorde con ellos.



Estos tres factores (tema, luz y composición) resultan determinantes a la hora de conseguir una foto de bodegón que merezca la pena, pero no es cierto que debamos partir de planteamientos complejos y elaborados o que hagan falta equipos especializados. Los bodegones sencillos apenas son exigentes en este sentido; vale cualquier cámara analógica o digital equipada con una óptica zoom estándar que permita intervenir al fotógrafo en los controles básicos de exposición, diafragma y enfoque. La iluminación puede ser sólo natural, con lo que eliminamos la necesidad de saber iluminar, aunque algún esquema sencillo también explicaremos con el propósito de ayudar a quienes quieran hacer sus “pinitos” en el estudio.

Los requerimientos, sin embargo, en estos bodegones minimalistas de creatividad y saber hacer son máximos: no vale cualquier tema, iluminación ni fondo o composición, algo común a toda fotografía, pero que en el bodegón resulta todavía más evidente, en el sentido de que en este caso sí que tales factores se deben sólo al fotógrafo.

En otra clase de tomas el azar o la luz ambiente nos pueden echar una mano, en el bodegón los posibles fallos dejan al desnudo sin más nuestras carencias fotográficas. Lo que no es nada malo, muy al contrario, el bodegón es una escuela excelente para aprender y practicar la fotografía porque ayuda a resolver sus aspectos esenciales de forma y contenido, simplemente al plantearlos desde el principio como la única forma de construir la imagen fotográfica, esa mezcla de composición, luz y tema.


•Publicado en: Súper Foto, nº 107


El encanto de la sencillez
Texto Fernando Madariaga




Otra dificultad añadida en los bodegones referente a su tema se encuentra en la variedad y número de objetos necesarios en la imagen. Los principiantes deben ser conscientes de que cuanto más elementos diferentes haya en la escena, más dificultades se encontraran a la hora de obtener una fotografía armónica. Las diferencias de tamaño, proporción, color, forma y textura crean conflictos entre los objetos de un bodegón, que bien resueltos concluyen en una imagen con riqueza y “contrastes”, y mal empleados en una barroca y confusa.

Por eso la primera regla, sobre todo cuando no se tiene demasiada experiencia, es la simplicidad: un tema sencillo, un fondo neutro y una sola luz junto a una cartulina blanca, plateada o un espejo para suavizar el contraste de la iluminación principal.


Así un buen procedimiento de trabajo que lleva al éxito es empezar con muy pocos medios pero aprovechando al máximo todas las posibilidades: un tema fácil formalmente bello lo aporta muchas veces uno o dos objetos; una fuente de luz única que puede ser una ventana de luz natural o un simple flexo casero cuando sea necesaria una iluminación más especular; y un fondo uniforme o muy sencillo lo proporciona una cartulina, tela, madera envejecida y sin pulir, lonas, piedras o chapas de metal con óxido.


Analizar el bodegónA continuación comienza un proceso de análisis y estudio con la finalidad de conseguir la mejor imagen posible: hay que ver y fotografiar el tema con diferentes colocaciones de sus elementos, de la cámara y de la luz (si no tenemos focos de estudio vale cualquier luz, los resultados no serán espectaculares, pero se aprende mucha iluminación).


Conviene igualmente probar con varios encuadres y objetivos (vertical y horizontal, desde más cerca y lejos) porque se obtienen versiones distintas de un mismo tema con perspectivas asimismo cambiantes. Al final se evalúan los resultados obtenidos y se eligen las imágenes más interesantes, que se sabe cómo están hechas, ya que se habrá ido tomando notas a lo largo de todo el proceso. Indudablemente, la herramienta que facilita y agiliza el trabajo en estos casos es una cámara digital: se dispone de las imágenes instantáneamente en color y en blanco y negro sin los gastos adicionales del laboratorio. Otra ventaja de la simplicidad temática se encuentra en que facilita en gran medida la composición.

Guardar las formas
Texto Fernando Madariaga



Los objetos adecuados para un bodegón son aquellos que destacan por su forma; el color y la textura son también importantes aunque como elementos “decorativos”.

La perfección de los objetos suele ser obligatoria en la fotografía profesional de bodegón pero no es absolutamente imprescindible en el caso de planteamientos menos comerciales, nuestro bodegón puede emplear cosas no tan perfectas siempre que éstas respeten la lógica y el sentido de la imagen.


La primera duda que se presenta en la elaboración de los bodegones se encuentra en saber qué clase de objetos son los adecuados para realizar esta clase de fotografías. En principio no debería haber ninguna clase de limitaciones en este aspecto, pero es innegable que con algunos elementos es más sencillo que con otros. Quizá la característica más relevante de un objeto de bodegones sea su forma; el color y la textura son también muy importantes, desde un punto de vista fotográfico esenciales, pero hay que considerarlos como un lujo añadido nunca como algo suficiente por sí solo.

Queremos decir que raras veces funciona un bodegón que se apoye exclusivamente en el color o la textura de sus elementos con independencia de su formas, sin embargo poco importa que la imagen sea monocroma o que los elementos no tengan propiedades superficiales destacables, si su forma, su diseño es atractivo, sugerente y plástico. Pensemos en un edificio, en un coche, en un traje, primero se resuelven los problemas de volumen y espacio, de línea o de corte, sólo una vez que la forma es apropiada se piensa en decorarla con colores y texturas. En este sentido el color y la textura son básicamente decorativas.


En conclusión, los objetos ideales para un bodegón son aquellos con formas bellas, plásticas o sugerentes. Esto no significa que tengan que ser perfectas. Es conocido que los fotógrafos profesionales buscan para sus naturalezas muertas ejemplares de absoluta perfección, los objetos más frescos y vivos, los productos más relucientes y brillantes, ya que se trata de atraer al espectador hacia el objeto con la intención de que éste resulte apetecible. Normalmente la función básica del bodegón de un fotógrafo profesional es la comercial, lo que no es de obligado cumplimiento en nuestros bodegones informales en los que la perfección objetiva no es un dogma inquebrantable.


Ambientación y estilismo

Sin embargo, no se pueden cometer errores elementales de ambientación y estilismo que vayan contra la lógica de la imagen: si se opta por un esquema clásico, comercial, de productos de exposición no puede haber ni uno solo que no cumpla este requisito, de igual forma que si nos centramos en una caja vieja de herramientas usadas difícil justificación tiene incluir una moderna y reluciente.

Estas consideraciones son muy importantes a la hora de elegir los objetos de un bodegón y deben ser tenidas en cuenta siempre que se vayan a comprar o seleccionar, es decir vale todo aquello formalmente atractivo siempre que no se rompa una mínima lógica visual.

En concreto es recomendable para los bodegones sencillos usar flores, frutas, verduras, alimentos y los utensilios relacionados con ellas y ellos, así como cualquier clase de objeto fuertemente “humanizado” o de uso común como herramientas, pinceles, lápices, útiles de escritorio, calzado, ropa..., la lista puede ser tan extensa como la creatividad del autor sea capaz de utilizar.

La composición
Texto Fernando Madariaga

Una composición elegante se reconoce rápidamente porque guía la mirada del espectador por la imagen sin crear conflictos entre sus elementos.


Otro factor que debe resolverse en un bodegón se encuentra en la composición. En ésta influye tanto la disposición de los objetos de la escena (de la que el único responsable es el fotógrafo) como el encuadre de la cámara (la selección final del cuadro) y la clase de fondo empleado. Muchos fotógrafos se complican demasiado incluyendo muchos elementos en sus fotos de forma que consiguen una imagen caótica y confusa.

Lo sensato es empezar como hemos sugerido por una o dos cosas y tratar de conseguir una composición atractiva, sólo pueden añadirse más elementos cuando se sabe organizar los objetos y si, además, con ello se mejora la composición. La imagen se va construyendo poco a poco, un buen truco es componer a través del visor, decidiendo previamente si conviene más un cuadro horizontal o vertical y nunca incluir algo nuevo hasta que no se ha resuelto la anterior.


Los fondos simples y lisos siempre funcionan y resaltan más a los objetos cuando son más oscuros o están menos iluminados y tienen colores más apagados que éstos. Para ello se prestan gasas, lonas, cartulinas, piedras y maderas, así como muchos objetos de desván, incluso de chatarrero debidamente dignificados y embellecidos por la huella caprichosa del paso del tiempo. En resumen, un fondo adecuado es el que no se ve y al mismo tiempo aumenta el protagonismo de los objetos del bodegón: si el ojo se va al fondo antes que a nuestra composición evidentemente vamos por mal camino.


Hay una serie de formas de ordenar los elementos de un bodegón que facilitan la tarea de conseguir entre ellos un adecuado reparto de sus pesos visuales. Son por así decirlo los dos recursos compositivos maestros de las artes icónicas: la simetría por repetición geométrica y el equilibrio asimétrico de la regla de los tercios. De tan repetidos casi parece que no necesitan explicación, aunque todavía algunos de nuestros nuevos lectores no conozcan quizá de qué estamos hablando. Vamos a explicarlo de forma que ellos aprendan algo y quienes ya se “lo sepan” encuentren otras aplicaciones.

Recursos compositivosUna composición es armónica cuando entre sus partes se llega a establecer un equilibrio de manera que el espectador interpreta el mensaje visual de forma clara y sin interferencias: desde un punto de vista simbólico la composición establece un código que guía al espectador de la imagen sobre lo que debe ver, la importancia de cada uno de los elementos y el orden de su “lectura”.

La forma más sencilla de ordenar, de equilibrar una imagen es obviamente la simetría, imaginemos que sólo vamos a colocar un punto negro sobre una hoja blanca, la tentación de hacerlo en el justo centro parece casi irresistible.

Pero supongamos ahora que tenemos varios puntos: ¿es sensato colocarlos todos juntos agrupados en el centro o uno a uno en los cuadrantes de intersección de los ejes principales horizontales y verticales?

Parece que no, a no ser que se busque a propósito una composición bastante estática donde todos los elementos tengan un mismo protagonismo, en este caso se impone por tanto una estrategia compositiva que establezca armonía a partir de una disposición asimétrica, hemos encontrado así el sentido de la famosa regla de los tercios: organizar la composición alrededor de un objeto protagonista descentrado y puesto en uno de los puntos de intersección de una imagen dividida vertical y horizontalmente en tercios, la regla de los tercios es la forma canónica de componer las imágenes con varios posibles centros de atención.


Romper las reglasEsta circunstancia lleva a más de uno a una aplicación mecánica de la regla de los tercios y a despreciar por principio las simetrías simples. Pues bien, esto es un error mayúsculo, porque hay ocasiones donde no seguir un esquema simétrico simplemente no tiene sentido: no hay nada más irritante que aprender una regla para aplicarla dogmáticamente, la repetición es un recurso perfectamente válido del arte como demuestran ejemplos más que sobresalientes de la poesía, la música o la pintura.


Formas sofisticadas de componer por repetición simétrica son las sucesiones y las figuras geométricas imaginarias que los objetos de una escena pueden describir dentro del cuadro de la imagen, las más utilizadas, el triángulo y el cuadrado. Resumiendo: hay que huir de los lugares comunes y tratar de componer el bodegón con una amplitud total de miras, con pocos elementos es probable que valga casi cualquier planteamiento y en casos más complejos se haga imprescindible recurrir a simetrías geométricas o a la consabida regla de los tercios, un auténtico salvavidas cuando las diferencias entre los objetos de color, tamaño y textura son además extremas.

Bodegones fáciles al alcance de todos

Las luces

Texto Fernando Madariaga



La luz natural de unaventana es la iluminación mágica de quienes no tengan medios, proporciona gratis calidades profesionales sin salir de casa. En el estudio tampoco se deben complicar innecesariamente las cosas. Una buena iluminación puede consistir en dos fuentes difusasa cada lado a 90º y otra cenital de la misma calidad y ligeramente a contraluz.

Hemos llegado al último y para muchos el capítulo más importante de un bodegón, aunque tampoco vamos a ser tan dramáticos y le quitaremos un poco de hierro a un asunto que depende de los medios que se posean.

Por eso empezaremos por la iluminación más barata, tantas veces mejor y al alcance de todos: la que proporciona una ventana de luz natural difusa de la que todos tenemos alguna en nuestra casa. Sólo hay que colocar una mesa cerca de una ventana en una dirección lateral o en suave contraluz (también es posible la dirección frontal teniendo cuidado de no proyectar sombras sobre la escena) y preparar los objetos y el fondo como hemos explicado para conseguir un bodegón con una iluminación perfecta. Los problemas de contraste debidos a la sola fuente lumínica se aminoran con el uso de discos reflectores comerciales o con espejos, cartulinas blancas o plateadas de fabricación casera que cumplan la misma función.


Luz de ventanaLa luz del ventanal admite más modificación de lo que parece a primera vista, se puede recortar con pantallas negras delante de la propia ventana o del objeto o hacerla más difusa colocando telas translúcidas o bien papel cebolla o vegetal delante de la ventana. Si se desea que entre sol directo a través de ella es mejor que sea el de la última hora de la tarde por sus características de color, pero en tal caso debe pensarse en un relleno bien dirigido y bastante fuerte para las sombras.


Con un flash portátil o de zapata también se puede imitar la luz de una ventana con un procedimiento algo primitivo aunque infalible: con una caja de zapatos pintada de blanco por dentro y negro por fuera, se coloca el flash dentro de ella y se sincroniza a la cámara con un cable, por último la caja se cierra con un metacrilato opalino o un papel vegetal.

Esta ventana improvisada proporciona resultados parecidos tanto a las de luz natural como a las que los fotógrafos profesionales emplean en sus estudios por lo que se debe trabajar con ella de idéntica manera.

La dirección de la iluminación también incide de manera determinante sobre la composición y la estética de la imagen. Las iluminaciones frontales proporcionan una perfecta reproducción del color aunque con un modelado pobre y una escasa sensación de volumen; las excesivamente laterales y de calidad especular afectan a la correcta reproducción de los colores, lo que se soluciona con fuentes muy difusas.

Las reinas de los bodegones son por ello las luces laterales difusas, su efecto es bastante similar al de una ventana de luz natural, porque añaden a un buen cromatismo una fuerte sensación tridimensional y de textura, donde las sombras desempeñan un papel importante en la composición. Los contraluces son imprescindibles para separar los elementos del fondo, además de ser la luz de referencia con los cuerpos translúcidos y transparentes.

La dirección cenital difusa es muy popular entre los fotógrafos profesionales de bodegones, dan una adecuada iluminación básica de apariencia bastante natural con sombras poco molestas al quedarse debajo de los objetos, pero que necesita algún tipo de acento o efecto.

¿Cuál sería entonces una iluminación de estudio válida para casi cualquier bodegón? El esquema que recomendamos emplea tres fuentes o dos más un relleno. La principal es lateral difusa a 90º, la de relleno se dispone de manera simétrica a la mitad de potencia, o se sustituye por sólo un reflector. La tercera fuente difusa se coloca con una dirección cenital en ligero contraluz. Muy pocos temas no se van a poder fotografiar con esta iluminación, se trata de objetos especiales que plantean problemas más propios de la fotografía técnica profesional que de la creativa, pero eso sería motivo de otro central.

Publicado en: Super Foto, nº 107

Wednesday, April 25, 2007

Sobre el fotorreportaje


Desmanes en la marcha del dos de octubre. Fotografía: Arturo Ávila Cano. Año 2002

En su libro Manual de Fotoperiodismo, retos y soluciones, Ulises Castellanos menciona que el reportaje es el género mayor de la fotografía de prensa. Su desarrollo es más complejo que ningún otro; aborda una historia de interés general que se cuenta en varias imágenes; a través de sus encuadres ofrece varios ángulos de una problemática o suceso y permite que el fotógrafo informe al mismo tiempo que vierte su punto de vista.

Según Francisco Galvoa el fotorreportaje se puede clasificar según su temática

De actualidad: basado en hechos recientes como manifestaciones, insurrecciones, inundaciones, jornadas de alfabetización.

Asuntos de interés permanente vistos con un nuevo ángulo: puede ser un hecho novedoso que haga revivir un asunto o bien una manera diferente de enfocar algún tema desgastado.

Material inventado: resulta de la imaginación de las personas encargadas de confeccionar pautas informativas o de los propios periodistas de la públicación.

Por su parte Mariano Cebrián Herreros indica que el reportaje gráfico encierra diversas modalidades según el tratamiento o enfoque que se presente.

Reportaje de noticia: motivado por alguna noticia compleja e inmediata. Ofrece una profundización en los temas.

De denuncia: delata una situación, amenaza o delito oculto por intereses políticos, etc.

De archivo: utiliza fotos de acontecimientos ocurridos en el pasado, a veces se combina con fotos de actualidad.

Espectaculares: A través de las fotografías se procura resaltar el lado espectacular de un hecho por si mismo llamativo, como un terremoto, accidentes de gran relieve, etc.

Costumbrista: Es un tipo de fotorreportaje que trata sobre hechos que se repiten con periodicidad en torno a las tradiciones de un pueblo o aspectos folklóricos.

Científicos: abordan temas de interés técnico o científico con atractivo popular.

Reportaje Atemporal: Se refiere a hechos históricos, viajes. Trata de llamar la atención por lo llamativo de la fotografía.

Monday, April 02, 2007

Práctica de fotografía de viaje




Hola a todos los alumnos del séptimo semestre del Colegio Holandés


Aqui les publico unas imágenes para que ustedes tengan una muestra de qué podemos captar en los géneros de fotografía de viaje o fotografía de paisaje. Traten de concentrarse en los detalles de edificios, ya sea por su belleza arquitectónica o por su antigüedad.





Recuerden que ustedes están trabajando en Blanco y Negro, así que piensen así antes de captar la foto. Es decir, imaginen cómo se verá su imagen a color en Blanco y Negro.

Wednesday, March 14, 2007

Práctica de fotonoticia











Hola

Les recuerdo que este semestre llevaremos a cabo varias prácticas fotográficas relacionadas con el periodismo. Les invito a ver las imágenes que sobre el tema publiqué en este blog y también a leer el texto sobre fotoperiodismo para que ustedes se formen una idea sobre los géneros de la fotografía de prensa y puedan desarrollar su propio trabajo con soltura y confianza.

En primer lugar abordaremos la fotonoticia, y este próximo fin de semana tienen un gran evento cultural para cumplir con su primer práctica.